Jean Michel Jarre quería dedicarse a la música como su padre. Sin embargo se topó con una salida profesional que le permitía comer: Batir récords Guiness. Por suerte aún así siguió haciendo música, mostrándose como un gran filobótico como hace muestra en el vídeo de Equinoxe 4, donde aparece con un Robot Tomy del año 77.
“Los robots para telepresencia (video) son usados con frecuencia como una tecnología para extender la influencia de aquellos que tienen poder y dinero.
Nosotros queremos usar la telepresencia robótica para el bien público — la ampliación del acceso, el apoyo de informes de interés público, y la financiación de iniciativas de acceso.”
The Peoples Bot propone, básicamente, usar avatares como los descritos por Paul McAuley en El beso de Milena, pero no para hacer turismo sino para ampliar el concepto de democracia.
Vía Jaron Rowan
Y por último, este acto de Hamor, homenaje a los robots más tiernos. Con Robita. Todo muy bien.
De la mano de Juliette